domingo, 10 de noviembre de 2013

El silencio de una carta sin destinatario

El silencio de una carta sin destinatario.
El amor de un perfume, ajeno, oliendo en mi ropa,
Ese recuerdo extraviado que lleva tu nombre,
Aquellos labios que nunca rozarán mi boca,
Noches, y noches, y noches de total insomnio,
Días y días de sueños, de ilusiones rotas,
Momentos de total desesperanza o consuelo,
Aquellas palabras heridas que ya no importan,
El desconocimiento de pensarte inmortal,
La amargura de saber que en mi vida te agotas,
Las lágrimas, por la mejilla de la esperanza,
Esas contradicciones que del alma brotan,
Aquella sonrisa que florece con tu recuerdo,
Las veces que, ausente, te observo en mi memoria,
Esa vez, que fuiste un verso triste de Neruda,
La vez que fuiste una mañana verde de Lorca,
Esa vez que fuiste el camino para Machado,
El agua de Bécquer que brotó de la estéril roca,
La mediocridad de escribirte y que no lo sepas,
Y llorar… Porque te quiero… Pero no te importa.