martes, 25 de marzo de 2014

EN BLANCO Y NEGRO: A veces

El relato que vais a leer a continuación es un extracto de un proyecto literario y fotográfico que saldrá en breve y que llevará el nombre de “En blanco y negro”. Como tal, el proyecto constará de 12 relatos y 12 fotografías, todas ellas realizadas por la fotógrafa Susa Montesinos, coautora del proyecto. Tendrá una amplia variedad temática, y será de descarga directa y gratuita. Espero que os guste y os animéis a descargarlo y leerlo. ¡Gracias por vuestro tiempo!


Fotografía perteneciente al relato
 "A veces" del proyecto "En blanco y negro"
hecha por Susa Montesinos.
A veces no me doy cuenta de que tengo tu voz al alcance de mi mano. No me doy cuenta de que puedo tocar tus suspiros con la yema de mis dedos, respirar el mismo aliento que respiras.

A veces no me doy cuenta de la relatividad del tiempo hasta que te miro. No me doy cuenta de que puedo olvidar que desde que nací estoy muriendo, que puedo obviar toda fecha en esos momentos donde el mundo sigue, pero el tiempo se para.

A veces no me doy cuenta de que puedo beberme tu cuerpo. No me doy cuenta de que he tenido el privilegio de recorrer cada centímetro de tu torso desnudo posando levemente los labios a la altura de tu cintura, iniciando una ascensión lenta hasta llegar a ese abismo sin fondo que es tu boca.

A veces no me doy cuenta de que soy ciego. No me doy cuenta de que una vez observada tu sonrisa, en el mundo, no hay nada más que ver y que, por ende, los ojos que te vieran ya no tienen la necesidad de seguir cumpliendo su cometido y por ello duermen.

A veces no me doy cuenta del miedo a las alturas. No me doy cuenta del vértigo que me provoca el abismo infinito de tu mirada, el paseo mortal que forma el acantilado insalvable de tus caderas.

A veces no me doy cuenta de que soy sordo. No me doy cuenta de que escuchando el torrente limpio de tu voz susurrándome al oído no hay ningún sonido más alrededor, enmudece incluso la música por miedo a hacer el ridículo ante un río de aguas cristalinas.

A veces no me doy cuenta de que eres intangible. No me doy cuenta de que eres un sueño, y que los sueños, sueños son, un fantasma lleno de hermosura y esperanza; y sin embargo no me sorprendo de ello: algo tan bello solo podía existir en el Reino de Morfeo, por ello la muerte no es problema: viviría soñándote eternamente. ¡Y aún así, la eternidad de la inexistencia me parece demasiado corta!

martes, 11 de marzo de 2014

La nada

Ha llegado la hora de enmudecer.
La nada debe volver a la nada.
El muerto ya duerme sobre su caja,
Entendió que la vida es sólo un tránsito.

La vida es un tránsito, nada más,
El final es la única certeza.
Sólo el recuerdo nos mantiene vivos,
Así pues, ¿cuánto tiempo hemos vivido?
El ansiado fin no llega al morir;
Ya al nacer besamos la apoteosis,
Todo cuanto hay en medio es un ensayo
Pues, existir sólo es una enfermedad
Que se cura con el paso del tiempo.
Cualquiera de aquellos que no respiran
Tienen más vida que muchos que laten,
E hicieron suyo el Reino del Olvido.
Hay muertos que miran, andan y lloran,
Hay vivos que duermen y ya no sienten,
¿Cuál de los dos opuestos alcanzó
La vida? ¿Cuál llegó a la inexistencia?
¿Quiénes de los dos, verdaderamente,
Hizo méritos para los recuerdos?
¿Cuál de ellos falló? ¿Quién se desvivió?
¿Quién murió en esa derrota dual?

Es hora de hacer cruces en la frente,
Mirar al cielo, renegar de Dios,
Ha llegado la hora de enmudecer.
La nada debe volver a la nada.