Perderé
el aliento buscando suspiros;
Perderé
suspiros buscando alientos viejos;
Perderé
alientos viejos lanzando suspiros nuevos;
Los
suspiros nuevos serán alientos viejos
Y no
podré guardarlos en una fotografía
Porque
para entonces, ya habré dejado de buscarlos,
O los
tendré bajo llave en alguna habitación.
Y
mientras veo el fútbol, los suspiros
nuevos se van yendo
Y
cuando quiero capturarlos aspirando
Ya son
alientos viejos.
Yo no
quiero alientos viejos:
No puedo
guardarlos en una fotografía;
Tampoco
quiero suspiros nuevos:
No puedo
tenerlos bajo llave, pero…
¿Qué
sería del aire sin el suspiro?
¿Y del
suspiro sin el aire?
¿Vería
igual un aliento sin el blanco y negro de una fotografía?
¿Habría
fotografías en blanco y negro sin su aliento correspondiente?
Si no
puedo guardar mis suspiros bajo llave...
Igual es
porque soy una caja de suspiros abierta
Y la
llave se ha perdido,
Y no
tiene candado tampoco:
No se
puede cerrar, ¿ves?
Y creo
que encontraré el candado,
Y podré
echar la llave cuando ya no me queden suspiros
En mi
caja de hacer suspiros.
Igual,
se han ido contigo,
Aunque
no estoy seguro…
El último
aliento nos lo dirá,
Al fin
y al cabo, es el último suspiro
Pero el
último suspiro será tuyo:
Antes
de echar el candado
Y cerrarlo
con llave
Huirá de
la caja de hacer suspiros,
Porque,
como todos los demás suspiros,
Se fueron
y no deben volver
Quizá es
porque te pertenecen…
Porque
sin necesidad de fotografías que inmortalicen nada
Tú, me
has arrebatado el aliento.