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Imagen de Internet de Beksinski, artista polaco |
“Parece como si la muerte estuviera meciendo a un recién nacido…”.*
Yo soy la mano que
te mece para que duermas.
También soy el sueño
que acompaña a los que duermen,
El miedo o el deseo
de los que van a dormir;
Tu más fiel
compañera y el vaivén de tu cuna.
Yo soy el único
camino y el indeseado;
Guié tus primeros
pasos; te he acompañado
Desde que tus ojos
se abrieron por vez primera,
Y estaré cuando los
cierres por última vez.
Yo soy el tiempo que
se va para no volver:
El tiempo perdido,
el tiempo ganado, la vida
Que corre, el
tránsito… pero tiempo, al fin y al cabo:
Tiempo huido en el
afluente donde yo soy mar.
Yo soy el final de
una partida de ajedrez,
Y aun así, estoy
presente en toda tu partida,
Apartado, sin
necesidad de intervenir:
Sin ser peón, rey, o
jugador, yo decido.
Yo soy tu obstáculo
y tu éxito; cada momento,
Cada segundo, cada
idea, cada romance,
Cada acción e
impulso definitivo te acerca
Un poco más hacia mí
sin llegarte a dar cuenta.
Yo soy aquello de lo
que tanto habéis hablado,
Eso mismo que tanto
os repugna, de lo que
Huís sin saber que,
de mí, no se puede huir:
Por más lejos que
estéis, mía es siempre la ventaja.
Yo soy el último
muro, tu fiel compañera,
Siempre presente:
sin irme, sin abandonarte,
Más fuerte que cualquier
fe, mi Muerte, porque a mí
No hay signo en el
mundo que pueda vencerme.
Jaque Mate.
*Título, subtítulo e imagen escogidos por David Casanova Rodríguez