martes, 20 de septiembre de 2011

Las Tentaciones del Diablo

De nada me sirvió envenenar
ni de mentir a mi débil cuerpo
al contacto dulce de unos labios
que apagaran de mí el sufrimiento.

Apenas probé el néctar del Diablo
cuando, encendiose en mí una llama,
y acudieron ángeles, del Infierno
avivando recuerdos del alma.

Como los espíritus del Hades,
castigados con el fuego eterno
y, como Baudelaire, ¡"Flores del Mal!"
encontré un castigo en cada beso.

Me encuentro, embotados, cuerpo y mente,
¡Espíritu perdido y sin rumbo!
-¿Quién eres? -¿Quién soy? -Soy Confusión.
-Y si lo soy... ¿qué hago en este mundo?

Ruborizado ante la ternura
quedé de los bellos ojos tuyos,
tan limpios, tan pulcros y tan claros...
y, como el Dios de Amor, ¡siempre puros!

Pero a mi desgracia, batallando
prosiguieron mente y corazón,
alejose el Dios de tu mirada,
y Lucifer trajo su canción.

Pero dime, ¡Oh! ¿cómo luchar
contra el infierno y sus Tentaciones?
¿Cómo alejarme del triste verso?
¿Cómo interrumpir mis emociones?

Confundí el Amor con la lascivia,
las falsas sonrisas con el llanto,
¡Besos nostálgicos! Siempre fríos
Privome de tu cálido abrazo.

Fueron tantos besos como mentiras,
y tantas mujeres como engaños,
mas, fueron alivios del dolor
que, al recuerdo, agravaron el daño.

Y fue de la misma forma en la que
mis labios rozaron otros labios,
y el Impulso tumbó la Razón,
¡Igual se inclinó Dios ante el Diablo!

¿Do quedó la corte celestial?
¿Dónde está el Dios de Amor del pasado?
Me contesta una voz a lo lejos...
-Dios está muerto... y tú... ¡olvidado!

Miro a mi alrededor y no hay nada,
estoy tan solo como los muertos,
sin nadie... ¡incluso sin Soledad!
¡Ni siquiera el consuelo del verso!

¡No puedo ni mirarte a los ojos!
¡Ahora maldigo mi fugaz Sino!
¡Sed malditas, sucias Tentaciones!
¡Sed malditas, como mi Destino!

Así, me alejé yo de ti igual que
me alejé de Dios muy poco a poco,
pero, a cada beso... a cada lágrima...
¡Siento que me estoy quedando solo!

Ya ves que de mí no queda nada,
sólo el remordimiento, el frío...
ahora sólo me sacian tus besos...
la caricia al labio confundido.

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